Como hemos explicado en la entrada anterior, la energía solar produce electricidad que proviene de una fuente renovable. Se obtiene de forma directa a partir de la radiación electromagnética, mediante una célula fotovoltaica que es un dispositivo semiconductor.
Asimismo, contribuye a reducir la emisión de gases de efecto invernadero durante su funcionamiento, ya que no lanza ningún tipo de polución al medio ambiente. Por lo tanto, es un recurso limpio e inagotable que resulta muy eficiente y se puede usar a pequeña y gran escala.
También está de moda, pues la Agencia Internacional de la Energía y la Organización de la Energía Atómica ofrece datos que confirman que la potencia fotovoltaica instalada en el ámbito mundial superó a la nuclear en 2017. No Sin embargo, a pesar de que España es un país que goza de una gran cantidad de luz solar, hasta el momento el ritmo de instalación de esta potencia ha sido bastante discreto. La crisis económica internacional que se produjo en 2008 paralizó las inversiones en este ámbito. A principios de 2011, de hecho, se produjeron recortes en los incentivos para la generación de electricidad de origen solar, lo que supuso un frenazo a una actividad que anteriormente había estado en plena ebullición.
Tampoco ayudó el Real Decreto 900/2015 del 9 de octubre, que regulaba el autoconsumo, basado fundamentalmente en el aprovechamiento de energía fotovoltaica. Esta ley establecía lo que se conoce como el impuesto al sol, e imponía numerosas trabas en relación con la instalación de paneles solares, entre ellas la prohibición de compartir instalaciones de generación entre comunidades de vecinos.
¿Qué cambios introduce el RDL 15/2018?
Sin embargo, en las últimas fechas se han producido cambios que podrían relanzar de manera definitiva el aprovechamiento de la energía solar en España.
El Consejo de Ministros de la Unión Europea y el Parlamento Europeo llegaron a un acuerdo que establece que los Estados miembros deberán reforzar su apuesta por las energías renovables. De esta forma, se impone una cuota mínima del 32% para 2030 y se fija una revisión para 2023, en la que incluso podría llegar a aumentar este porcentaje.
Esto significa que los países no podrán gravar con impuestos de ninguna manera el autoconsumo hasta 2026, ya partir de esta fecha solamente en los casos en los que la sostenibilidad del sistema eléctrico pudiera verse amenazada. Asimismo, los pequeños productores que viertan electricidad a la red general tendrán derecho a recibir compensaciones por ello.
España ha secundado que se aumente la cuota mínima reseñada, lo que hace presagiar que en los próximos años se podría vivir una época dorada en el país. Una de las claves importantes está en la aprobación del RDL 15/2018, de medidas urgentes para la transición energética y la protección de las personas consumidoras. Una de estas medidas se refleja en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que España envió a Bruselas poco después de la entrada en vigor de este decreto, concretamente en febrero de 2019, en el que se prevé instalar casi 37.000 MW de energía fotovoltaica, lo que supondría multiplicar por 7 la capacidad actual del país.
Real Decreto Ley 244/2019 del 5 de abril
La aprobación también del RDL 244/2019 abre las puertas a una nueva era para las instalaciones solares, facilitando los trámites para legalizar las instalaciones fotovoltaicas y ofreciendo también, la posibilidad de cobrar de la compañía eléctrica los excedentes de la energía que generamos con nuestra instalación solar.
Ahora es el momento de poder generar nuestra propia energía y disfrutar no sólo del beneficio económico que nos lleva el autoconsumo, también de las ventajas que conlleva la energía no contaminante y de proximidad.
La revisión que ha hecho la Unión Europea de la legislación sobre eficiencia energética y renovables, también garantiza, mediante un conjunto de reglamentos, que no se apliquen impuestos ni trabas administrativas a la hora de realizar una instalación solar fotovoltaica.
Estos datos evidencian que ahora es el momento idóneo para apostar por la energía solar. Y tú, ¿estás listo? ¡Súmate a la revolución solar!